Hola gente... Que visita el blog, o que no... No lo sé... Realmente no sé, jeje...
Hoy estoy un tanto triste y melancólica.
Salí del colegio a la 1, fui a casa, tomé agua y volví al colegio a clases particulares de Geografía, JA... Geografía... Y sí, si no voy la mina va a hacer que me lleve la materia... Dios...
En fin, después bajé al centro y me fui a la catedral, y me puse a pensar... En VOS... Sí, vos. Quizás leas esto, quizás no... Espero que sí, con todo mi corazón...
Estuve tirada en el pastito de la Iglesia Catedral, en el centro, y miraba al cielo y pensaba en aquél día... O mejor dicho, en esos dos días que estuvimos juntos ahí. ¿Vos te acordas de eso? ¿Te acordás que lindo fue estar ahí tiraditos, dandonos besos, comiendo chocolate? ¿Recordas cuando me escribiste la tarjeta que me regalaste por el día de San Valentín? ¡Hay mi amor! ¡Qué lindos recuerdos!... A pesar de que solo pudimos compartir tres días juntos para pasear y eso, tengo unos hermosos recuerdos de esos tres días. Quizás muchos digan "Pero qué poco tiempo!" o "¿Qué tanto pudieron hacer en un par de horas esos tres días?"... No importan las horas, no importa si fueron días o semanas o meses o solo minutos... No importa. Lo que realmente importa es que estuvimos juntos... ¿No?... Bueno, no sé si aún lo recuerdes, o si te interese, pero yo sigo recordándolo. Y vivo en ese pasado tan hermoso que vivimos juntos. Aún tengo el sabor de tus labios en mi boca, y tus caricias quedaron grabadas a fuego en mi piel.
Todas las noches pienso en vos, ¿sabías?... Todos los días me acuerdo de vos... ¿Te importa?... Todos los días leo una y otra vez tus tarjetas, y escucho las dos grabaciones que me enviste que dicen "Te amo" y "Te adoro"... Tengo todo guardado mi amor, todo. Y a vos también. Quizás te fuiste de mi lado, y entiendo las razones, pero seguís acá en mi corazón. Sos la personita más importante para mí, la más importante que pasó por mi vida. Sin dudas debo decir que dejaste una gran huella en mí. Siempre vas a ser el único para mí, lo seguís siendo todo. Y no, por favor no pienses que esto ya estaba escrito o premeditado o etc, lo estoy escribiendo en estos momentos, es lo que sale de mi corazón. Hay muchísimas cosas más que me encantaría que supieras, que me gustaría decirte, pero... No me atrevo. Nunca fui tan cobarde en mi vida como lo soy ahora. No me animo a mandarte mensajes de texto, aunque me muero por saber si estás bien o si tenés algún problema. No me animo a enviarte un mail porque no sé si lo vas a leer, si lo vas a responder... No me imagino ni siquiera el mandarte las cosas que tengo en casa guardadas para vos, porque tengo miedo de que a las dos semanas o a la semana, regresen tal cual fueron enviadas.
Si te mando un mensaje... ¿Vas a responder?
Si te mando los regalos y la carta, y las tarjetas, ¿Las vas a recibir?
Si te escribo un mail, ¿Vas a leerlo? ¿O vas a borrarlo sin siquiera abrirlo?...
No lo sé.
¿Aún pensas en mí?
¿Aún me amas?
¿Aún te preocupo?
¿Me extrañas?
¿Extrañas algo de mí?...
Son dudas que tengo clavadas en mi cabeza, y en mi corazón, y creo que nunca voy a poder saber las respuestas... ¿Verdad?...
Hay Dios... Se me hace tan difícil esto... Pasaron sólo dos semanas, sí, lo sé, quizás sea poco tiempo, pero para mí ha sido una eternidad sin vos. Cada segundo se vuelve una hora... Cada día se hace un milenio sin vos... Y te lloro todas las noches, y abrazo el osito de peluche que me regalaste, el perrito, que es blanco con celeste, y lloro y te llamo en mi corazón y en mi mente, y te extraño. Sin embargo sé que no por eso vas a regresar... Sé que ni siquiera vas a leer esto... Lo sé... O quizás me equivoque, ni idea... Ya todo me da igual sin vos bebé... Sigo por inercia, porque soy cobarde, porque tengo que seguir viviendo hasta que el Señor decida llevarme... Pero quiero que sepas por lo menos, que nunca dejé ni dejo de pensar en vos. Sos el único para mí... Aún te AMO David...
Sigo enamorada como el primer día. Nunca cambió nada de lo que siento. Nunca... Ni va a cambiar.
Ojalá leas esto, me gustaría que supieras que seguís acá, en lo más profundo de mi ser, y que Silvana, esta Silvana, la misma que escribe, sigue siendo la misma de siempre. Un poco más golpeada, un poco más herida, un poco más sensible y llorona, pero sigo siendo la misma que vos conociste. Quizás para vos las cosas cambiaron porque me apresuré en pedirte noviazgo, quizás deberías haberme conocido un poco más, sin embargo no me arrepiento de nada de lo que sucedió entre nosotros. De nada. Todo lo que hicimos fue por y con amor. Y las memorias de aquellos gloriosos días en que un mensaje del otro nos hacía sonreir, van a estar guardadas en mí para siempre.
Espero que algún día, podamos estar juntos, juntos de verdad, como deben estarlo dos personas que se aman...
Siempre voy a amarte David, y esperaré por el día en que podamos amarnos nuevamente, y estar uno junto al otro, tomados de la mano, si es que en un futuro aún me amás...
Silvana Triviño.
