
A menudo me cuestiono el verdadero significado del amor,
sin encontrar respuesta día tras día pienso en ello,
tal vez no tenga sentido, no exista realmente,
puede que pierda el tiempo y malgaste mis fuerzas.
Persigo sin tregua el amor verdadero, el de los cuentos de hadas,
el que dicen que es mentira, sólo pura magia,
sin embargo mi interior no se rinde, sigue buscando,
anhelando una respuesta que tardará en llegar.
La esperanza es lo último que se pierde, eso dicen.
¿Mienten? Es muy posible.
Aún así estoy obligada a seguir buscándolo,
hasta que alguna vez logre lo imposible.
Dejé de amar hace tiempo, me vi obligada a ello.
No fue mi voluntad, pero el dolor y el sufrimiento
desgastaron mi ser y ahora lo que sin duda siento es vacío,
un corazón hueco que finge ser lo que fue.
Trato de parecer feliz, de aparentar una persona amada,
pero tras tan suculento escaparate se esconde, triste,
un alma que agotó sus lágrimas de esperanza,
y hoy padece en silencio las heridas de antaño.
Trato de refugiarme ciegamente en labios ajenos,
intento sin éxito esconderme entre los brazos de quien no conozco,
siento que mi corazón no se llena, que se acentúa su vacío,
padece pero resiste, aguanta y no muere.
Logro seguir mi vida apoyándome en manos amigas,
no estoy sola, y no es la soledad lo que me preocupa,
pero el fantasma del amor no me abandonó hoy,
y presiento que no lo hará mañana.
Lo que en realidad deseo, con lo que en verdad sueño,
no es besar a quien no amo,
sino rozar tu piel, sentir tus labios sobre los míos,
fundirme en tus abrazos y demostrarte que te quiero.
Sé que vendrás a mi lado después de un largo camino,
pero pronto llegarás y te amaré locamente.
Te estoy esperando, tenlo presente, nunca dejaré de hacerlo,
sólo la muerte podrá acabar con mi deseo de reunirme contigo.
Será entonces cuando alcance la felicidad.
El momento en el que nuestros dos arroyos se unan,
y formen juntos un gran río de pasión, de amor sin límites,
será cuando finalmente descubra lo que es quererte
Esperaré ese día impaciente, llena de ganas,
esperaré nuestro encuentro como un molino espera el aire,
porque para mi serás el galán entre galanes,
el dios entre las mujeres.
Me dedicaré en cuerpo y alma a satisfacer tus deseos,
a darte lo que mereces, lo que te has ganado.
Me dedicaré a complacerte hasta que finalmente,
un día la muerte nos separe para siempre.
Te amo David Alejandro Trejo, y nunca dejaré de hacerlo.
Silvana, tu mujer.